¡Hola,
soy María Milagros Kowalski!
Lavo tus pies con agua y rosas frescas y te doy la bienvenida al Templo del Amor de la Madre Divina.
¡Hola,
soy María Milagros Kowalski!
Lavo tus pies con agua y rosas frescas y te doy la bienvenida al Templo del Amor de la Madre Divina.
Me ha tomado mucho tiempo llegar hasta aquí; una búsqueda llena de historias que voy compartiendo en todo lo que hago con mucho amor. En esa búsqueda fui encontrando esta gran verdad: las mujeres somos la flor más bella del Jardín del Edén.
En este camino me di cuenta de que la conexión con el Útero es una llave maestra para nuestro despertar y es desde ese lugar donde siempre comienzo mi conexión con cada mujer. Es profundo y hermoso saber que todas las mujeres compartimos un destino y ver cómo cada día somos más las que estamos atendiendo al llamado del Despertar de la Conciencia del Divino Femenino, o de la Diosa o de la Gran Madre Universal.
Mi camino de recordar y de reactivar los códigos de la plantilla del diseño original de la Madre comenzó con una serie de eventos a partir del año 2001, en donde viví un despertar espiritual. Durante todo estos años he ido descifrando el mapa que me ha llevado al despertar de la Musa (Divino Femenino).
Después de viajar a Egipto y tras un tiempo de descanso, he podido integrar las nuevas frecuencias y códigos que he ido recibiendo para encarnarlas (embody them) y caminarlas. He podido ir sanando las heridas profundas que toda mujer lleva en su psique: la vergüenza, la desvalorización, la autoexigencia, el auto sabotaje y maltrato, las relaciones abusivas, la competencia.
Veo hacia atrás y también encuentro muchas razones para agradecer infinitamente. Por haber atravesado el dolor, la angustia, la desolación, el desarraigo, el miedo y la confusión. Por haber encontrado el amor de verdad y por tener a gente mágica a mi lado, amigos, maestras, iniciaciones, portales. Por cultivar una relación con los cuatro elementos, de los cuales sigo aprendiendo día a día. Por haberme encontrado a mí, por conocerme, por haber sido escuchada por la Divinidad y por haber sanado tanto dolor. Por haber encontrado mi voz y mi lugar. Por haberme coronado soberana y auténtica. Por haberme reconocido y valorado.
He vivido la maternidad y la crianza de un niño, he amado, he creado y cada día despierto con la ilusión de esto que quiero ir compartiendo, estos tesoros que me fueron dados como inmensos regalos.
De las cosas que amo:
Amo danzar, las plantas y los árboles. Soy de río aunque también disfruto mucho el mar. Amo lo que hago, amo cocinar y leer, tomarme un café rico en las mañanas con un buen libro. Amo los atardeceres. Amo aprender y enseñar. Amo a la Madre Tierra y aprender con ella. Amo a los animales y viajar. Amo descubrir nuevos restaurantes. Amo crear altares y rezar. Soy una amante porque amo mucho. Amo ser madre y amo ser sensual. Amo crear y abrazar.
Somos las cuatro esencias vivas y contenidas: somos el Agua, el Fuego, la Tierra y el Viento. Somos las que danzamos con la luna y sus ciclos y en nosotras vive una niña, una adolescente, una mujer adulta y una mujer sabia. La Tierra y La Gran Madre Universal nos han estado llamando a casa, para retornar a la conexión con el arquetipo original de la Gran Madre, fuente de todo bienestar y abundancia. Estamos llamadas a restaurar nuestra verdadera autoestima por medio de la sabiduría universal ancestral del femenino (Sophia), con nuestro amor, belleza y muy en especial con el placer.
Hay muchas razones para celebrar y especialmente hay que celebrar porque todas las mujeres nos estamos encontrando. Juntas estamos reescribiendo la historia y restaurando la memoria de la mujer que caminó una vez sin heridas. Es por medio del caminar alineado con nuestra verdad, con nuestro corazón y con nuestra esencia que lo estamos logrando. Hay una nueva manera de estar en la Vida, que está anclada en enseñanzas ancestrales pero también futuristas. Son códigos poderosos de luz que son nuevos para nuestra consciencia porque su compartir se perdió con el patriarcado.
Me emociona que estés aquí y juntas seguir descubriendo nuestro potencial, para nuestro bienestar y el de toda la existencia. Es también lo que quiero dejar como legado a mis sobrinas y a todas las mujeres que vienen detrás. Aquí compartimos los tesoros encontrados en ese caminar del despertar y del recordar. Realmente, quien busca encuentra y cuando lo encuentras lo compartes.
Ser mujer es un arte y la Escuela el Despertar de la Musa es la escuela con los mapas para el encuentro de la Diosa en ti.
Eres una Musa Sagrada y mágica.
Musa significa muchas cosas: inspiración, diosas que encarnan y emanan virtudes y belleza.
Musa es también la mujer universal original de sabiduría ancestral.